La Vida de la Chispa Opinion sobre la Pelicula de Alez de la Iglesia
Cargado originalmente por LaVisitaComunicacion
Ante Alex de la Iglesia creo que hay que descubrirse por varias razones y una de ellas es la rapidez con la que se mueve y maniobra para hacer películas. Aun todavía con el recuerdo de la trompeta que sonaba en esa triste balada, ataca de nuevo con una película reflexiva y bien trazada. Con un argumento sencillo, pero con subidas y bajadas, curvas y peraltes, cuenta la historia de un hombre que años atrás disfruto de cierto éxito y con los dos años de paro terminados busca desesperadamente subirse al tren aunque sea en el último vagón.
Al llegar a este punto, me acorde de una persona, a la que tengo un cariño especial; se llama José Luis Martínez y le conocí en unas filmaciones que hicimos en Villaramadas, Portugal. Allí me hablo de la apertura de un centro para el tratamiento de depresiones y nuevas maneras de afrontar la vida, para esas personas como futbolistas, músicos, actores y cantantes, que tras haberlo tenido todo, la vida les aparta de la primera línea y con una juventud todavía eléctrica, no son capaces de adaptarse a la nueva situación. Sin duda, creo que a pesar de la confidencialidad pasaran muchos de nuestros ídolos por allí.
A José Mota, o Roberto Gómez en la película, le pasa lo mismo y tras una “Ascensión” al infierno con los Hace Dece llega hasta Cartagena para reservar una noche en el hotel Paraíso, donde paso su luna de miel con su mujer, Salma Hayek.
Los dos Mota y Hayek están muy bien, el uno por creíble y fuera de sus interpretaciones humorísticas, pero sin perder sus señas de identidad y la otra por mostrarse más plebeya y nada engalanada.
Luego esta mi amigo Juan Luis Galiardo, que como tal me gana y no le veo defectos. Su histrionismo me encanta y lo borda.
Resulta que el hotel, ya no es tal y en su búsqueda del paraíso, sufre una fatal caída que le provoca un accidente, que le mantiene inmovilizado.
De lo que ocurre, durante su liberación y las reflexiones sobre la manera en la que a día de hoy se comercializa con el sufrimiento y las desgracias en televisión va la película. Por momentos, te quita una sonrisa y por momentos te arranca alguna lágrima cuando Carolina Bang, ejerciendo de periodista entrevista al accidentado.
No es una gran película, Alex no recurre a planos espectaculares y gores como le gustan. Es un peli efectiva, sencilla y directa que sabe mantener hasta el final, el interés de la trama. Me gusto y creo que puede enganchar a todos los públicos, pese que en la sesión de tarde solo estábamos tres personas.
jabier@lavisita.com
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