Recuerdo una fiesta que nos encargaron hace menos de un añoen Madrid donde se debía celebrar la jubilación de una persona que había sido el alma mater de la empresa. Eran precisamente los compañeros, los que promovían todo el tinglado y con absoluto secretismo debíamos “sorprender” al homenajeado. Era difícil por que apenas teníamos datos y pese a mas de una docena de entrevistas que hicimos, solo pudimos sacar en claro que era un tipo serio, poco amigo de las bromas y sorpresas y muy trabajador. Con esos ingredientes nos pusimos manos a la obra y gracias a la entrega del equipo, salió una fiesta sorprendente, incluso a nosotros mismos por la implicación de los participantes.
Lo mismo nos ocurrió el pasado sábado cuando con sigilo y mucho cariño, preparábamos una fiesta sorpresa para Raquel, una mujer alegre, segura de sí misma, sociable y muy cariñosa. Raquel cumplía cuarenta años, pero sospecho que el cumpleaños era lo de menos, lo demás, era la superación del cáncer que acaba de pasar. Un local abarrotado de amigos y familiares la recibía con todo el alboroto, hilaridad, jubilo y alborozo. Después de haber visto muchas fotos de ella, tuve la sensación de recibir a alguien con el que durante los últimos días había convivido. Por fin la veía en persona, después de muchas imágenes y testimonios.
Raquel practica y racional, independiente y muy humana, supo ser el motor de su propia fiesta, contagiando de energía a todas las personas que con pelucas y gafas contemplaban el evento. Inoculados por ese brebaje que preparamos a modo de cóctel a los asistentes según entraban, fueron pasando de espectadores a actores y todos ellos se implicaron y participaron en la fiesta de tal manera, que hasta el juego de la silla que desarrollamos en la terraza, aprovechando el buen tiempo fue un retroceso a esa infancia que todos tenemos y nos resistimos a abandonar. Por eso, cuando Nicolás, el hijo de Raquel y Oscar aparecen en la pantalla, esta se emociona y emociona a los numerosos asistentes.
Es maravilloso e indescriptible ver a la gente divertirse y pasárselo bien. Es genial contemplar a personas alegres y gozosas, personas que bailan y cantan, personas que deciden ser parte de la fiesta y vivir el momento en primera persona. Este pasado sábado, se dio esa circunstancia... personas con ganas de divertirse y un equipo encantado de que esta circunstancia: Jon, Jorge y Willy.
Gracias a Raquel, gracias Oscar, Maru y todas las personas que hacéis posible que nuestro trabajo se convierta en una diversión...Por que el mejor síntoma de una fiesta como esta, es que a la gente se le pase el tiempo, volando.
Hasta la próxima.
JabierCalle
martes, 11 de marzo de 2014
FIESTA CUMPÑLEÑOS RAQUEL 8 marzo 2014
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