El Golf y los perjuicios
San Valentín me trajo el Golf de la mano de Isabel y así comencé a jugar a un deporte que en un principio no le veía mucha gracia y me parecía de un estatus que no me correspondía. Con ese regalo que Isabel me hizo, un curso de golf, me di cuenta de los perjuicios que mas veces de las necesarias hacemos… Saque el Handicap y comencé a disfrutar de un deporte basado en las sensaciones, en la descarga, en la tranquilidad del paseo. No exige, momentos de intensa actividad y si cuando uno juega mal, lo pasa bien, pues no te cuento cuando juegue bien que será.
El Golf me permitió conocer a Txema Bilbao y con él, además de los muchos líos en los que nos metemos practico el golf-paseo, que no es otra cosa que utilizar al golf como excusa para hablar de lo que tercie, o también escuchar de lo que acontece.
El miércoles pasado y cogiendo al vuelo un suspiro de Txema, nos fuimos al Campo de Golf de Zarauz, uno de los tres campos mas antiguos de España, fundado en 1916.
Dotado de unas cuidadas instalaciones y en un paraje extraordinario como es la Playa de Zarauz, dispone de nueve hoyos que bien distribuidos, te permiten en algo más de tres horas hacer el recorrido de las dos vueltas. El runrún de las olas, el cobijo de la montaña, lo cómodo del campo, por lo recogido y cuidado que esta, permite como digo, disfrutar mucho del Golf aunque juegues mal.
Disfruté mucho de la sensación de coger un palo y descargar adrenalina golpeando una bola que vuela, disfrute viendo disfrutar y fruto de eso es esto que ahora escribo como muestra congelada en unas letras que mas veces de las que pensamos, los regalos que no se tocan, los que no están envueltos en papeles de regalo y se “viven” son mas regalos.
Gracias a Isabel por regalarme el golf y a Txema por acompañarme a disfrutarlo.
www.jabiercalle.com
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