SOLO QUIERO AMAR Y QUE ME AMEN
Lo que quiero es bailar, porque con el baile se desarrollan muchos de los sentimientos y emociones que tenemos las personas. Eso sí, depende que música nos pongan el baile tendrá un ritmo u otro.
Ayer fui con mi amigo Jon Fano, (Gran Bailarín) hasta el Arriaga para ver a Concha Velasco que en hora y tres cuartos nos hizo bailar con distintos ritmos. Una sencilla, pero efectiva escenografía de luces y efectos, con la ambientación musical de cuatro grandes músicos en directo y la infinidad de anécdotas de una de las más grandes artistas de este país hacen que el público se ponga en pie al finalizar la función.
Desde sus inicios con Celia Gámez, pasando por la gran Mari Carrillo sus azucarillos hasta ese Goya que nunca recibió y que solo califica a quienes lo conceden y no a ella, que como gran actriz es capaz de reírse y hacer un episodio en esta función que le acerca de nuevo a Bilbao. Merece la pena ver la función, ya solo en si el propio teatro es todo un espectáculo.
Quizás…y entrando en profundidades, la dirección de José María Pou cojea, ya que si se trata de contar una historia, “su historia” por momentos se nota demasiado que “interpreta” y hace de esos momentos, poco creíbles.
Estas notas son mas para mis compis de la tertulia teatral que todos los últimos lunes de mes nos reunimos en Larruzz. Con la recomendación de acudir a la función, pero con el PERO… de…si ha sabido resaltar sus virtudes; piernas, con vestuario, y minimizar sus limitaciones con brevas ráfagas y cortinillas de sus éxitos, Pou debería haber hecho lo mismo.
No tuve la suerte de verla en directo, pero Lizza Minelli monto en Broadway un espectáculo muy parecido y similar, que en video vi hace ya unos años. Hasta el cartel era muy parecido…vestuario, y desarrollo de la función que Concha con esa e carácter que da el oficio resuelve muy bien. ¡Enhorabuena Concha!
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