Que entres en un bar a las siete y media de la mañana y que te reciban con una sonrisa sincera y amable, no es habitual, por eso al entrar en el Café Bar Elizaurre del Arenal Bilbaíno y ver como uno solo hombre daba servicio a todo el personal que allí se agolpaba sin perder la sonrisa, el ritmo y el animo, era digno de ver. Y como espectador, sin prisas pedí mi café y croissant para disfrutar de una persona que se mostraba contenta y contagiaba a los presentes de su fuerza. El café para colmo estaba bien, sin demasiada crema que empalaga como pone muchos y un croissant industrial pero apetecible. ¿Qué más podía pedir…? Pues quizás algo más de tiempo para seguir disfrutando de lo que puede ser una buena actitud ante la vida y el contagio que la misma hace en quienes se rodean de ella.
AL café bar Elizaurre del Arenal se puede ir por varia razones y quizás la de tomar algo sea de las ultimas. ¡¡¡Enhorabuena!!!
jabier@lavisita.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario