ES una película gris que con mucha fuerzas en sus dos personajes principales, me obligo alguna cabezadita al principio y me levanto del respaldo al final.
Cuenta la historia de un hombre desagradable y refunfuñon Peter Mullan con toques violentos que al coincidir con una beata dependienta, Olivia Colman ve el camino de como ser mejor. Claro esta que una cosa es verlo y otro transitarlo. En ese ir y venir, se desarrolla una película que como digo tiene muchos planos recursos que supuestamente quieren decir algo, pero que no logro entender.
La dependiente beata, se pone a rezar y brinda su ayuda cuando este desagradable personaje irrumpe en la tienda de cosas de segunda mano, donde trabaja. Este alcohólico y duro personaje no logra enganchar, pero la dependienta de la caridad cristiana se muestra entrañable y mas cuando nos enteramos que el marido la pega y maltrata.
Como digo la película coge intensidad e interés en los últimos treinta minutos y estando dirigida por un novato en esto, Paddy Considine, conoce bien el oficio en su faceta de actor con bastantes títulos a sus espaldas.
No esta mal, pero este drama, no es el tipo de películas que a mi me enganchan.
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