lunes, 6 de febrero de 2012

Desde la fila tres del patio de butacas LA LLAMADA PERFECTA DE UN INSPECTOR David Barbero

-Yo voy a partir de la siguiente base: La obra ‘Llama un inspector’ de J. B. Priestley es una de las mejores obras de teatro de todos los tiempos.
-Es una afirmación muy fuerte.
-La mantengo. Es un prodigio de construcción teatral. La acción funciona como una maquina de relojería. Hay un pensamiento social y humano muy estudiado. Se presenta de modo graduado y armónico. La intriga funciona durante toda la obra.
-Cuando parece que ya ha dado todo de sí, con el espectador contento de lo que ha visto, todavía hay una vuelta más de tuerca.
-Al final, se produce una cascada de sorpresas inesperadas en la acción.
-No hace falta que te extiendas en tu admiración por esta obra.
-En el planteamiento de todo el espectáculo, existe un intento de perfección.
-La ‘culpa’ hay que echársela, sobre todo, a José María Pou.
-Se ha preocupado hasta de hacer una traducción nueva. Además, la ha dirigido con meticulosidad. En la interpretación, ha elegido, lógicamente el papel de inspector.
-Ha cuidado muy especialmente la interpretación de ese personaje.
-Con la interpretación del resto de los actores y actrices, también ha sido muy exigente.
-Bueno. ¡Tampoco te pases! Busca algún punto criticable o un elemento que sea más débil.
-Déjame que piense … Pues quizá … Puede ser. …. Ya lo voy a analizar un poco más.

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