Creo que el último trabajo de Iciar Bollain, no es una película, es más bien un documental que de una manera bella, poética, dulce y dura, ofrece la vida de una profesora empeñada en escapar de sí misma, para con sus niños realizarse. Dicho todo esto así, la cosa no pinta mal, pero sin ser juez de nadie, la peli no me pasa de un cinco raspado, ya que habla de escuela y estudios.
El trabajo está lleno de frases lapidarias que permanecen en la memoria con cierta grandeza, pero le falta ritmo. Es un documental, hecho con muchos pequeños trozos que están bien unidos aunque por momentos los fundidos a negro se hacen un pelín largo. La dureza y la realidad del Katmandú que nos ofrece, consigue sobrecogernos, pero no da tiempo a la asimilación de lo ofrecido, ya que cambia de ambiente y te muestra otra toma que tiene en su protagonista el único eje conductor. No me entusiasmo e iba con ganas ya que casi todo lo que ha hecho Bollain, me ha gustado.
Ahora viendo las noticias me entero que ha sido nominada a los Goya, en un par de categorías y me hace suponer una vez más, que el que está equivocado soy yo y mis ojos miopes que incluso con gafas ven otras cosas donde en realidad hay una serpiente que se ha comido un elefante…Antoine, dixit
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