DANDO LA BRASA en BILBAO
La casualidad nos llevo y la recomendación de la maquilladora Yolanda Gregorio que tiene su cuartel general allí mismo, en el Paseo del Campo Volantín numero quince. Bueno pues tras la sesión de Maquillaje de Alicia Rosell en la preparación de su video corporativo, hicimos un receso y entramos. Entramos porque la puerta estaba abierta, porque dentro había gente….pero la sensación que tuve, fue que nos hacían una concesión por dejarnos entrar ya que la chica con esa hablar dulce y líquido nos repitió hasta cuatro veces que todavía no habían abierto, pero nos respondió afirmativamente cuando le preguntábamos si podíamos tomar un café.
El local cambiado por enésima vez ofrece una estética más moderna, remozada con colores verdes y pintadas tatuadas que recuerdan a Méjico y sus rituales. Un restaurante con pinta de ir de guay, como la pose y los andares de esa camarera resuelta que nos atiende con unos, pero pocos gramos de orgullo.
L repreguntamos si dispone de bollería….¿alguna magdalena, algún croissant? Y con esa acuosidad en el tono, responde que enseguida. Y no te digo que nos trae unas fajitas con picante y su huacamole. No podre poner ningún pero, por que el servicio fue justo y adecuado, pero algo hizo que no me sintiera a gusto mas cuando por cuatro cafés y las fajitas nos soplaron más de quince euros.
Una de las cosas que se repite mucho en el mundo de la publicidad y el mundo empresarial, es…Cubrir las necesidades de los clientes. Teníamos necesidad de tomar un café y un dulce. Teníamos la necesidad de sentirnos cómodos y alguno de estos puntos no supieron cubrir.
Pero como se que acaban de llegar a Bilbao con un éxito ya cosechado en Las Arenas, volveremos para ver que lo del otro día fue un despiste que todos y quien suscribe mas, comete todas las horas en el día a día.
jabier@lavisita.com
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