domingo, 19 de febrero de 2012

Desde la fila tres del patio de butacas LA PARTE TEATRAL DE LA ÓPERA David Barbero




-Hay debate sobre eso. Ya lo sabes.
-¡Lo hay dentro y fuera de la ópera! Entre los artistas y entre los espectadores.
-Yo he oído a tenores y sopranos despotricar contra los directores de escena.
-¡Sobre todo los rellenitos!
-A veces, les han obligado dar un do de pecho colgados cabeza abajo.
-También se había llegado de valorar sólo la potencia de las cuerdas bucales de los cantantes.
-Todo esto viene a cuento de la representación de ‘L’elisir d’amore’ en la temporada de la ABAO, de Bilbao.
-La dirección escénica de Mario Gas conformó todo el espectáculo.
-Lo llevó a los tiempos de Mussolini y la Italia del cine neorrealista.
-Sobre todo, destacó las partes cómicas.
-¡Las exageró!
-Para bien. ¿No? El espectáculo cosechó muchos aplausos.
-Muchos siguen opinando que eso de cambiar la época de las óperas y traerlas a tiempos más cercanos son ‘modernidades’ excesivas.
-Es la pelea entre los músicos y los teatreros. Viene de lejos.
-Esa pelea, la están ganando los directores de escena. ¿No?
-¿Tú crees?
-¡A mí, parece que la ópera sigue siendo la ópera!

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